
Lo interesante de Adidas es cómo ha conseguido ser mucho más que una marca de deporte. Desde sus inicios en 1949, cuando Adolf Dassler tenía poco más que un sueño y unas rayas, hasta hoy, ha sabido reinventarse sin perder de vista su esencia. ¿Lo más curioso? Su habilidad para conectar con absolutamente todo el mundo: atletas de élite, adolescentes obsesionados con sus Stan Smith, e incluso activistas del medio ambiente gracias a iniciativas como usar plásticos reciclados para fabricar zapatillas.
Además, no podemos olvidarnos de sus colaboraciones estrella: Kanye, Stella McCartney, y prácticamente cualquier artista o diseñador que esté marcando tendencia. Adidas no solo vende zapatillas; vende actitud, estilo y una visión de que “lo imposible no existe”. ¿Qué marca puede hacerte sentir así? Muy pocas.
