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Adquisición

Entender de verdad las redes sociales

Poppi es una marca con un producto original, pero no único, que se apalanca en sus características para crear una narrativa alrededor del estilo de vida que quieren abanderar.

Poppi es una marca de las que han entendido qué son las redes sociales. Una marca con un producto original, pero no único, que se apalanca en sus características para crear una narrativa alrededor del estilo de vida que quieren abanderar.

De su historia y sus orígenes hay varias cosas que quiero que te pongan en contexto antes de entrar a analizar qué es lo que precisamente les han llevado a ser protagonistas en este Case Study.

Veamos lo primero que tienes que saber.

Qué hacen y por qué son diferentes.

Poppi es una marca de refrescos cuya composición es más natural y saludable para nuestro cuerpo. Tienen azúcares por debajo del 5% y contienen probióticos, lo que hace que su consumo pueda darse con una frecuencia mayor que otros refrescos tradicionales como los que todos conocemos.

Otro tema súper relevante.

La marca nace en 2015, y prácticamente se pega 3 años recorriendo mercadillos locales y con cifras muy humildes. Pero es en 2018 cuando pega el gran pelotazo gracias a que aparece en Shark Tank, y uno de los sharks entra como inversor. 

Esta inversión no solo fue económica, sino que tuvo muchísimo impacto tanto en la distribución como en la parte de marketing. Fue aquí cuando ocurrió el rebranding y la marca se empezó a llamar como la conocemos hoy: Poppi.

Un último apunte antes de ir a por el core de su éxito.

Los fundadores son Allison Ellsworth y su marido Stephen. Me gusta destacar esto de inicio porque siempre se tiene cierta reticencia, sobre todo desde el mundo inversor, cuando hay proyectos en los que hay lo que ellos llaman “la red flag principal: couple founders”. 

Recuerdo perfectamente recibir esta frase dos veces el mismo día, en diferentes reuniones con VCs, allá por 2019 cuando fundé it’s logic con mi mujer y buscaba inversión.

El caso.

Lo que comenzó con la idea de ser una bebida para calmar molestias de digestión se acabó convirtiendo que en un fenómeno cultural. 

Hace unos días, según escribo estas líneas, Pepsi Co. compró la marca por casi 2.000 millones de dólares, consolidando su posición como referente absoluto en la categoría de refrescos saludables en Estados Unidos.. Este movimiento de Pepsi es una señal de hacia dónde se mueve el mercado, por cierto.

Pero más allá de su fórmula, el verdadero diferencial de Poppi está en su contenido.

Poppi no compite únicamente por sabor. Compite por atención. Y la está ganando a base de estética, autenticidad y cultura.

2. Lo que hacen muy bien: contenido como ventaja competitiva

Poppi es de las primeras marcas de refrescos que ha nacido en un contexto en el que llegar al gran consumo desde las redes sociales, y no solo con la televisión y la comunicación tradicional como único aliado.

Y si no, echa un vistazo a su cuenta de Instagram o a su Tiktok.

Sus publicaciones construyen comunidad, despiertan conversación y se convierten en tendencias.

Si te das cuenta, el hecho de que sea un refresco probiótico con buen sabor es lo de menos. Es una marca que parece sacada de un episodio de Sex Education o un anuncio de Barbie 2023.

Su estética bebe directamente de la corriente Y2K maximalist, desde un prisma inclusivo que muestre todas las realidades: colores saturados, tipografías gruesas, referencias a los años 90 pero reinterpretadas con una mirada actual, diversa e inclusiva. Todo ello con un tono divertido, irónico y ultra visual.

Si has visto las referencias de cine y serie que te decía, es tal cual esto.

Cada pieza de contenido que publican está pensada para parecer espontánea, pero forma parte de un ecosistema de marca muy bien diseñado:

  • Videos grabados con el móvil, sin producción excesiva, lo que refuerza la cercanía.
  • UGC (contenido generado por usuarios) con hashtags como #sodasback o #poppipartner, donde la marca tiene tanto prestigio y atractivo que puede permitirse seleccionar a quién le envía producto y a quién no. El hecho de que no parezca que pagan por ello aumenta su autenticidad. Desconozco datos y por tanto no puedo tener esto como una certeza, pero es la sensación que tengo.

Esto del UGC, por cierto, lo fomentan con su programa de partnerships en su web. Puedes verlo aquí.

Ojo el tema. A marzo de 2025 ya tienen las solicitudes para ser ambassador cerradas. Ahora solo se puede aplicar para Otoño 2025.

La sensación es que son tan cool que no tienen ni que pagar a sus ambassadors más allá del coste de producción y envío de sus latas. Me recuerda mucho a los inicios de Hawkers en España con los patrocinios a los chavales que la tocaban en la universidad. Los que molaban tenían sus gafas y su código de descuento. 

Sigo analizando ese ecosistema.

  • Moodboards y combinaciones cromáticas donde las latas se integran con prendas de ropa, accesorios o elementos decorativos. Hablan incluso de combinar tu outfit con tu Poppi, y sus seguidores participan.

No sé hasta qué punto todo lo que hay generado sea de ambassadors. Siento que es una marca tan relevante hoy por hoy que la gente lo sube de forma genuina. Con el prisma español me cuesta verlo, pero esa pasión que mueve a los americanos me hace pensar en que ese contenido puede ser real y no patrocinado.

  • Su feed de Instagram que no es un catálogo de producto, sino un espacio de conversación. Hacen preguntas, lanzan encuestas, invitan a la interacción. Sus sorteos no solo buscan viralidad, sino también participación genuina.
  • Hablando de sorteos, hacen muchísimos. Aprovechan todas las fechas importantes, tanto estacionales como discrecionales, para meter sorteos en Instagram. Solo en el último mes han hecho sorteos por el aniversario de la marca, por San Patricio, por el día internacional de la mujer, por la Super Bowl, por San Valentín… 5 o 6 sorteos en un mes y medio.
  • No fichan influencers para que “posen” con el producto. Aparecen en contextos reales: preparando una fiesta, maquillándose para salir, haciendo la compra o simplemente mostrando su nevera. Poppi se integra en su vida cotidiana.
  • La estética de la cámara del móvil. Aunque disponen de sesiones de fotos profesionales y material gráfico bien hecho, la mayor parte del contenido parece hecho con un iPhone. Esto no es un descuido, sino una estrategia. Da la sensación de inmediatez, autenticidad y permite que cualquier persona pueda replicar el estilo Poppi en su propia casa. Es muy Gen Z, y estos lo entienden bien.

Te he hablado de lo terrenal, pero he de decir que combinan todas estas tácticas más factibles para una marca pequeña, con acciones salvajes como por ejemplo poner un anuncio en la Super Bowl (tanto en 2024 como en 2025), donde hay cameos de influencers ultra-reconocidos en USA como son Jake Shane (@passthatpuss), Alix Earle (@alix_earle), y Robert Rausch (@robert_rausch)

Mass Media: Super Bowl 2024 y 2025, y patrocinios deportivos

En 2024, Poppi ya mostró su capacidad para jugar en ligas mayores con su primer anuncio en TV.

Pero amigo,  es en 2025 donde acaban de explotar visualmente. Su spot parece más una escena de una serie juvenil que un anuncio tradicional. En él, los protagonistas no son actores anónimos, sino influencers reconocibles para su audiencia.

La estética recuerda a Sex Education, o a Barbie, pero con una producción más estilizada. Es la vida idealizada de los guays del instituto, reinterpretada para la Gen Z.

Otra cosa que han hecho es patrocinar a entidades deportivas como Los Ángeles Lakers o el Inter de Miami. Es una manera de ganar autoridad y posicionamiento, además de empezar a tantear el público masculino. De momento no han dado muchísima bola a este tema.

3. Aprendizajes para marcas sin millones

Vale, estamos claritos con esto: no todas las marcas pueden permitirse anunciarse en la Super Bowl o patrocinar a los Lakers.

Pero sí que hay mucho que aprender de cómo Poppi ha construido una marca tan fuerte. Si estás construyendo una marca desde cero, estos son esos accionables que puedes aplicar sin gastar millones.

Construir una comunidad

Poppi vende sentimiento de pertenencia, no fantas.

La gente quiere ser parte de la marca, y eso se nota en cómo han tenido que cerrar las aplicaciones para su programa de embajadores hasta otoño de 2025. ¿Cómo replicarlo con menos presupuesto?

Pues mira, en lugar de pagar por influencers a los que se la pelas, identifica a usuarios que ya se alinean con tu marca y hazles sentir parte de algo exclusivo. Busca el tipo de influencer que te gustaría tener y tantea qué pide. Cuéntale tu historia, quizá si le gusta pueda sonar la flauta y te haga un favor.

O si quieres algo más certero, mira a ver qué clientes te han comprado más de 1 vez en tu tienda y dales algo. Aunque sea un simple email, o probar a llamarles para hablarles de tus planes. Prueba esto porque es probable que te digan cosas que hoy por hoy no contemplas.

Crea contenido que la gente quiera compartir

El UGC funciona.

Eso no lo digo yo, sino que es una realidad más que contrastada por muchos ejemplos como este de Poppi. En su caso, ellos han creado una estética y un tono tan carismático que la gente quiere estar ahí. Quieren que se les relacione con Poppi de algún modo.

¿Cómo puedes llegar a este punto? Pues no te voy a engañar, esto es lo más difícil.

Pero bueno, toca estas teclas a ver qué tal suena el tema:

  • Diseña productos que visualmente sean atractivos.
  • Fomenta trends. Los moodboards reconocibles (con menciones incluso a series o películas que te gusten o que encajen con lo que es la marca), o el concepto de ‘combina tu outfit con tu producto’ no cuestan nada, pero generan engagement.
  • Nada de producciones exageradas para hacer pruebas. Graba con móvil, pero con intención. Con gusto.

Busca la naturalidad. Es el momento de ello.

Poppi no ficha influencers para que posen con el producto, sino que se integra en su día a día. Esto cambia el juego en cuanto a que si pagas a alguien para promocionar tu producto, debes asegurarte de que parezca real.ç

La naturalidad vende más que una foto perfecta. Si el contenido parece demasiado publicitario, pierde credibilidad. Y por tanto, no engancha a nadie.

Me gusta la idea de insistir con los sorteos, pero dales un sentido.

Son una buena manera de enganchar al personal.

Hacer 5 o 6 sorteos en mes y medio como estos yankees igual es exagerado, pero es su estilo, es parte de su estrategia. ¿Por qué funcionan?

Porque cada sorteo activa interacción y les hace estar continuamente en el feed de sus seguidores.

Estos sorteos, si los usas bien, te ayudan a captar muchísimos datos sin parecer agresivo. De hecho, no te centres tanto en que te sigan, sino en que se unan a tu newsletter, para que ya se queden de por vida.

Y por cierto, ten algo de creatividad aquí, por favor. Hazlos estratégicos. Más vale hacer sorteos con engagement real que regalar producto sin sentido.

Si tienes una marca exclusiva de hombres no hagas un sorteo por el día de la mujer, pero igual si una porra por la primera carrera del mundial de Fórmula 1. No sé si me explico. Dale contexto a lo que haces y sé creativo. La gente quiere sentirse parte de algo siempre.

Poppi puede permitirse la Super Bowl, pero empezó vendiendo latas en mercados para agricultores. Quiero decir, no vienen de una ultra inversión, ni ellos eran ricos, ni nada similar. Son creativos y tienen un producto que abandera lo que venden.

Antes de pensar en un patrocinio caro, o en el influencer que te crujirá para hacerse la foto con tu producto, piensa en qué comunidades quieres entrar y dónde quieres hacer ruido. Ese folio en blanco en el que escribas los territorios en los que vas a estar tiene muchísimo peso en todo lo que hagas. En cómo hables, en cómo lo muestres, en el tipo de producto que saques… En todo. Branding básico, sin mayor complejidad, pero con las cositas claras.

Todos estamos definidos de alguna manera. Nos gusta una cosa, o la otra. Las marcas deben ser iguales. Cuanto más definida esté una marca, más fandom tiene. Si la marca es plana, será inerte en redes sociales. Venderá si gasta en Ads. Desaparecerá si no.

Lo aspiracional es importante, pero la autenticidad es lo que hace que la gente compre.